Como resultado de las devastaciones ambientales que ha sufrido el país durante los últimos meses, se ha agravado una problemática que aqueja a la población mexicana, la crisis alimentaria, la cual ha provocado un importante descenso de la renta y los ingresos de los productores mexicanos y la elevación abrupta del costo de los principales granos, limitando el acceso a la canasta básica.
Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional y coordinador de El Barzón Metropolitano, consideró que el origen de dicha problemática se encuentra en el oligopolio que maneja al mercado agroalimentario tanto en las fases de acopio y comercialización como en el procesamiento y ventas al menudeo.
“Aquí el grave problema es que son muy pocos lo que están enriqueciéndose y el Estado no hace absolutamente nada. Se está generando una situación muy grave de inconformidad en todo el país: las protestas comienzan a generalizarse por los precios tan bajos que le están pagando al productor y el gasto tan alto que el consumidor realiza”, expresó Ramírez Cuéllar.
El gobierno mexicano se mantiene pasivo ante la volatilidad de los precios, dejando a la deriva la urgente renovación de dicho sector para así poder garantizar la eficiencia y, a la vez, la protección del productor y los consumidores.
“El gobierno no hace nada, está pasmado, no interviene absolutamente para nada, lo deja todo al funcionamiento de un mercado donde priva la ley de la selva y donde veinte grandes empresas, acopiadoras y comercializadoras que realizan las ventas al menudeo son los que tienen márgenes de comercialización muy altos y grandes utilidades a costa de fijarle precios bajos al productor y precios altos al consumidor”, concluyó Alfonso Ramírez Cuéllar.