El miedo que lograron sembrar los partidos políticos entre los guerrerenses obligó a que buena parte de los electores se replegaran y se abstuvieran de votar. Las elecciones se realizaron en alerta roja, con fundados temores de que sucedieran hechos violentos. Todas las baterías de los grupos políticos se enfocaron a alentar la psicosis colectiva y a vislumbrar un escenario caótico. No se podía esperar otra cosa, porque todos los actores políticos se engancharon con la guerra sucia y le dieron rienda suelta a todo tipo de tropelías que de antemano desacreditaron este proceso electoral.
Comicios en Guerrero: La violencia
Feb 01, 2011redbocadepolenPueblos indígenas60
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