A dos semanas de que se realicen los comicios electorales en el estado de Guerrero, los ciudadanos y ciudadanas enfrentan un clima de violencia sin precedente. En tan sólo quince días según cifras oficiales se cometieron 78 muertes violentas, principalmente contra población pobre y joven.
Lo más deleznable es la inacción del gobierno y la indiferencia ante el drama que vivimos y su insensibilidad para contener la violencia y el derramamiento de sangre.