Familias construyendo un nuevo paradigma en la producción agrícola

La Era es una localidad tsotsil que pertenece al municipio de Huixtán, ahí se han reunido algunas familias, 8 mujeres y hombres de entre 23 y 70 años para conformar una Comunidad de Aprendizaje (COA) denominada así por el programa PIES-AGILES, el cuál nace a partir del decreto presidencial que “prohíbe gradual y progresivamente el uso del glifosato y la siembra de maíz transgénico” anunciado en diciembre del 2019 por el presidente de la Republica.

Trabajando la tierra / Fotografía de María Elena

La COA se conformó en septiembre del 2021 con la intención de reflexionar, dialogar y construir nuevas maneras de hacer y trabajar el campo y de relacionarse con el entorno; en los años 80’s los fertilizantes y pesticidas llegaron a la localidad a través de programas de gobierno que promovieron su uso al entregarlas de manera gratuita, cada familia recibía de 4 a 5 bultos de fertilizantes.   El uso de fertilizantes sintéticos ha causado erosión en suelos e infertilidad, así mismo el uso de herbicidas ha provocado la pérdida de biodiversidad y enfermedades como dolor de cabeza y nauseas en quienes aplican los agrotóxicos, según testimonios de integrantes de la COA.

Semanalmente se reúnen para intercambiar conocimientos teóricos y prácticos desde una metodología de educación popular y de campesino a campesino; a través de herramientas como el diagrama de Venn, delimitación de paisaje, la línea de tiempo, reconocimiento y listado de arvenses y un análisis profundo sobre el impacto del sistema agroalimentario corporativo en la vida de las familias de la localidad.

Mazorcas / Fotografía de María Elena

Doña Lucia Hernández integrante de la COA dice que conoce los riesgos del uso de herbicidas en el suelo porque cuando comenzó a usarlo en su milpa se dio cuenta que muchos quelites ya no crecían y hasta las lombrices en la tierra desaparecieron.

Dice que su deseo es cuidar la salud de su familia y de los suelos, tener alimentos locales, diversos y libre de agroquímicos y lo hará poco a poco porque la tierra ya se acostumbró a los fertilizantes y sin ellos el maíz no da. Ha comenzado a sembrar hortalizas de manera natural y los abona con aserrín podrido, ceniza y olote.

En cambio don Nicolás desea mejorar sus técnicas de elaboración y uso de abonos y compostas pues aunque ya desde hace aproximadamente 20 años no usa agroquímicos le gustaría seguir aprendiendo, mejorar y conocer nuevas técnicas para fortalecer sus prácticas agroecológicas.

Esperan que para finales de diciembre y principios de enero estén ya elaborado bocashi y biofertilizantes para que en el nuevo ciclo de siembra comiencen a usarlo en parcelas demostrativas que serán destinadas a la transición agroecológica y eventualmente puedan replicarlas en todos los demás terrenos que tienen distribuidas en la localidad para la siembra de maíz.

¡Comparte nuestra nota a quien le pueda interesar!